You will Hear
By: ©Noris Roberts
Lecheria Municipio Urbaneja, Venezuela
You will hear that the day is of pearls
and the night a percussion of stars,
that the enemy’s evil plays at misfortune
and sinks its claws into you when you least expect it
You will hear that the weapon of violence
is man’s by nature,
that the blue is just a line in the dawn
You will hear that there are voices that shriek with envy
and pain is forever
You will hear that suffering never finds
the safe conduct of justice
You will hear that freedom is an inverted illusion
that sometimes leads you to doom
Of kindly greens are the mountains covered,
and of dazzling colors of the twilight on the horizon
When the drought cloaks you
with its furious garb, there will always be glimmers
of hope in the reflections of some twilight and in your thoughts
As Goethe wrote, “How blessed is he in whom the fond desire to rise from the sea of error still renews hope! What a man does not know, he needs, and what he knows, he cannot use. But let not fickle thoughts cast their shadow O’er the calm beauty of this serene hour! In the rich sunset, see how brightly it shines.”
Carter Center Statement on Venezuela Election
Oirás que el día es de perlas
y la noche percusión de estrellas,
que la maldad del enemigo juega al infortunio
y te hunde las garras cuando menos lo esperas
Oirás que el arma de la violencia
es del hombre por naturaleza,
que el azul es apenas una línea en la aurora
Oirás que hay voces que chillan de envidia
y el dolor es para siempre
Oirás que el sufrimiento nunca encuentra
el salvoconducto de la justIcia
Oirás que la libertad es una invertida ilusión
que a veces te conduce a la fatalidad
De amables verdes están cubiertas las montañas y
de deslumbrantes colores el crepúsculo en el horizonte
Así cuando la sequía te cubra con su furioso ropaje,
siempre habrán destellos de esperanza
en los reflejos de algún crepúsculo
y en tus pensamientos
Como escribió Goethe: “¡Cuán dichoso aquel en quien el afectuoso deseo de salir del mar del error renueva aún la esperanza! Lo que el hombre no sabe, lo necesita, y lo que sabe, no puede usarlo. Pero que los pensamientos volubles no ensombrezcan la calma belleza de esta hora serena. En el rico atardecer, mira cuán brillante brilla”.